The Astonishing - Dream Theater



No se si puedo ser capaz de ser objetivo con DT. Bueno, rectifico, si lo soy. Pero luego, reculo.
Supongo que una parte de mi se engaña y quiere que todo siga igual, que sigan siendo la banda que me ha tenido tonto durante muchos años. 
Le veo los defectos, se que no están en su mejor momento, pero diablos, no puedo evitar excusarlos. 
No voy a entrar en tema Portnoy, se fue, sus motivos tenía, y es lo que hay, pero me queda claro que llevan 3 discos sin él y la magia en parte, se ha ido. 
De estos  trabajos, desde luego este último es el más ambicioso. ¿Como demonios no va a ser ambicioso un disco doble de mas de dos horas como es The Astonishing?
O lo tomas o lo dejas, así de sencillo. A estas alturas los no fans solo tienen más madera para quemar; los que los amamos desde hace años, pues oímos, analizamos, y juzgamos. 
Y a ello voy. La primera escucha, sin las letras por delante, me dejaron un poco frío. Exceso de momentos tiernos, poco guitarreo, gran labor de La Brie, y poco más. La siguiente, ya con el argumento por delante, me dejó muy gratos momentos. Empecé a disfrutarlo, y bastante, por cierto.
Ojo. La historia es básica, simple, y hasta cierto punto (o agujero negro) infantil.
Eso no quita que luego, al leerlas y entender que nos están contando, te imbuyas en el cuento y lo disfrutes.

Tras una leve intro que nos pone en antecedentes en la historia, “Dystopian Overture” me trae a la cabeza cosas de Octavarium. Ok, es su estilo, su mundo, ellos lo han perfeccionado y pueden volver a él cuando quieran. 
“The Gift of music" me dejó más frío cuando la presentaron, y ahora me entusiasma. Que queréis, el coro gospel me pone y mucho. 
Primer arqueo de cejas: “The answer”. Ese piano es un poco anuncio, es un happy moment de libro. Pero es bonita, copón. Vamos a empezar a hacernos a la idea que es un musical, una ópera rock. 
“A better life”, me suena  a Forsaken, con ese riff cortante con la melodía de La Brie… Lo mejor, el solo y la parte del piano de Rudess junto al canadiense. 
De “Lord Nefarious” me gusta el rollo tan de musical melodramático, cabaretero, donde se permiten incluso el coquetear con el tango. Joder, eso es nuevo en DT, y lo agradezco. Tal vez no consiguen reflejar un malo que imponga, sino darle una presentación folletinesca, con perdón. Me gusta mucho la melodía que le meten a mitad de la pieza. 
“A saviour in the square” tiene una muy bonita melodía inicial, rozando ligeramente lo cursi. Oiga, yo es que a Petrucci lo idolatro, y cuando entra, se me olvida todo. Más si luego se pone brutote tras las fanfarrias posteriores. Dos minutos solemnes para establecer un poco de tensión previa al momento mas sensiblero del disco, con ustedes, “When your time has come”…
A ver, soy el único al que le suena a sintonía de serie de los 90, o algo parecido? Vale que la historia puede ser que lo requiera, pero creo que se les ha ido un poco la mano en este tema. O, al menos, a Rudess con ese sonido tan sumamente retro. Tal vez lo mejor el cierre del tema, el último minuto. 
“Act of Fayth” me sirve de nuevo para tirar de carrete. Esa melodía principal de piano me sigue llevando a Octavarium, al tema. Pero bueno, no me molesta demasiado. Tema simple, medio tiempo que se edulcora y mucho, conforme enfila el último minuto. Pero a partir que La Brie deja de cantar, otra vez me vienen al tarro temas anteriores de ellos, en este caso, uno de Systematic Chaos.
En “Three days” se agradece la caña y el aire cabaretero que le meten a la mediación, con esos jueguitos clásicos entre los instrumentistas. Por cierto, a estas alturas, Myung desaparecido, y Mangini, sobrio, mejor que los dos discos anteriores, pero excesivamente cuadrado. El final del tema, lo mejor. Sorprendente, la verdad. 
Otra pieza instrumental (por así llamarlo) y la floydiana “Brother can you hear me?”, que me encanta. Épica hasta decir basta. Ojo, aquí si que hecho de menos a Portnoy, porque de marcial, Mangini, se pasa. El final es ciertamente cinematográfico, con otra parte de lucimiento de La Brie y Rudess, que llegados a este punto ya se han convertido en los protagonistas del disco. 
“A life left behind me gusta mucho mucho mucho, la melodía del estribillo es brutal, aunque empalagosa. Todo el comienzo es 100% Dream Theater, sobre todo época Six Degrees (que es uno de mis favoritos) 
“Ravenskill”  tiene un inicio al piano precioso. Tarda luego un poco en arrancar, evolucionando hacia un tema más vibrante, que sin embargo me gana cuando vuelve a ralentizarse, cuando de nuevo Rudess toma el protagonismo y nos regala otro final épico y potente. 
“Chosen” baja las revoluciones inicialmente jugando con La Brie, piano, y una acústica, ofreciendo una linea melódica que luego repetirán en el siguiente acto.
Este tema es el que hace unos años nos habría sacado los mecheros del bolsillo (ahora móviles) y conseguido que alzáramos los brazos al ritmo que el vocalista nos marcara.  Pero no ahora. Lo tengo un poco visto. 
Ojo con “A tempting Offer”,  el comienzo y el tono de la canción, inquietante, me parecen fantásticos, y el final orquestado es precioso.
Una obviable “Digital Dischord” y enfilamos la recta final del primer acto. 
Que gozada “The x aspect”, de nuevo una pieza muy bonita al inicio, la parte media igual, muy chula, y el final emotivo con la gaita.
“A new begining” de lo mejor del disco, muy tema de musical. Me viene  a la cabeza, salvando las distancias, el Jesuschrist Superstar, ahí es nada. De las cosas que han hecho que más me gustan en los últimos años.  Y es que tiene de todo, opereta, metal, doble bombo, filigranas de Petrucci, bah, temazo. Hasta cuando me lo relajan y parece que se viene abajo, le vuelven a meter garra.  Pero para un super solo que se marca Petrucci, lo bajan… No hombre, no…
“The road to revolution” nos sirve para despedir este acto, que en lineas generales ha tenido mas luces que sombras.  Un tema optimista en su parte principal que invita a entrar en el siguiente acto con ganas. 
Reconozco que la primera escucha se me hizo difícil por la duración del acto, pero unas pocas después no me resulta problemático. 

“2285 Entr’acte”  nos presenta un poco de cada pieza posterior. Todo muy Six degrees, lo cual insisto en que no me molesta, aunque cierto es que algunos momentos pecan de excesivamente peliculeros. 
No me aporta demasiado “Moments of betrayal”, que me resulta muy típica, por mucho desarrollo brutal con el clásico pique entre músicos.
“Heaven´s Cove” me parece bastante disfrutable, porque me da un poco de todo. Intensidad, melodía, etc. Pero se engancha con “Begin Again”. A ver, cuando empece a escribir esta reseña, despotriqué sobre ella. Pero coño, soy un sensiblero. Me gusta, me parece muy bonita. Pero si, lo se, es excesivamente melosa. Eso sí, que bien se desenvuelve La Brie en estos terrenos, el tío. 
“The path that divides”… más cañera, mas prog, diferente al resto de lo escuchado en el disco, se agradece. Y ojo, que tal vez es la que más me lleva al estilo de Dream Theater. 
Tras otro interludio, tenemos “The walking shadow”, que es peleona, intensa, agobiante incluso. Curioso el comienzo agresivo de la voz… Y especialmente trepidante el final, enganchado con “My last farewell”. Creo que es mi momento favorito del disco. La parte a piano, voz y violines me llega. Igualmente todo el desarrollo posterior. Y el final es de lo mejor que han compuesto estos señores en años.
Y después de este subidón, la intimista  “Losing faith”. Sencilla, acústica en gran parte, inofensiva. De nuevo, y van ya unas pocas, me interesa y atrapa el ultimo minuto. Ahí lo dan todo, leches, y se desmarcan con un gran cierre 
“Wishers on the wind” tiene una bonita orquestación, pero no me emociona. Además, y no me acuerdo cual, me suena y mucho a una BSO. 
Un poco mas lo hace "Hymn of a thousand voices", pero es básicamente por el violín. La verdad es que el cierre me aburre un poco, intenta ser solemne pero no me llega especialmente.
Our new world empieza de cojones. y el estribillo me encanta, super melódico. Me hubiera gustado como cierre del disco alargándola y metiéndole más épica, pero nos queda un poco de maquineo con “Power Down” (anecdótico) y ahí a “The Astonishing”… usa un poco de Brother you can hear me lo cual se agradece… y el paso a acústico es bonito, luego el rollo marcha militar… pero se me queda corto de intensidad, por mucho que los coros lo engrandezcan. 
No me parece el mejor cierre de un disco de ellos, pero evidentemente, va a colación del estilo del disco


Conclusión:
Bien por ellos. Han tomado nota de algo evidente, se estaban estancando, les estaban adelantando por la izquierda (Haken, Leprous, y alguno más), y tenían que dar un golpe en la mesa.
Lo han dado, sólo que para algunos, posiblemente con una intensidad diferente a la que esperaban.
Han arriesgado y mucho, sus detractores lo tienen muy fácil, y los que estaban en un cómodo término medio, lo tienen igual de fácil para decir hasta aquí he llegado.
Pero a mi me an sacado de ese estado de letargo que sentía hacia ellos. Sabía que podían dar más, y lo han hecho, sólo que en una dirección diferente. Me han ganado con la sorpresa. Que pueden hacer pasajes instrumentales mastodónticos lo sabemos todos, pero me han ganado, de nuevo, con la emoción.
Con eso me quedo, con los momentos emotivos de este "The Astonishing". Esos mismos que las primeras escuchas me dejaron con cara de "me lo explicas, Petrucci?.
Ahora, como no tengo tanto tiempo como para meterme los dos discos del tirón, busco esas piezas un tanto de lágrima fácil, exagerando.
Hoy por hoy, me parece su mejor trabajo post Portnoy, e incluso anteriores, viéndolo como un ente más completo que un "Black clouds and silver linings".
Parece que la gira no les va mal, a ver como les sienta todo esto para el futuro.

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